Nuestra
Historia
Mestizo sabe que la riqueza poco tiene que ver con el dinero. Mestizo tiene el sabor de 7 mares, mil valles y barro de volcanes. Tiene algo de todos lados. Sabe sentir, llorar, reír y tiene muchas preguntas, pero lo habitan muchas respuestas.
Es curioso y aventurero. No discrimina, sabe que en todos lados hay algo que nos une. Mestizo es hombre de 25 años y tiene un alma hambrienta que se comerá al mundo.
Esta es la historia de Mestizo cuando entró al cuarto empolvado donde se guardan las cosas en la ciudad de su abuelo. Era un cuarto con el techo de bóveda que no visitaba hacia tiempo. Encontró cajas llenas de cosas viejas y al fondo el mueble que recordaba desde niño. Era un mueble antiguo de madera, de esos que tienen gabinetes abajo, gavetas en medio y unas repisas arriba, con puertecitas de vidrio.
Lo abrió como quien busca algo, pero que en el fondo sabe que solo es curiosidad. Abrió las gavetas, vio piedras de varios colores, distinguió las obsidianas que el abuelo encontraba en los ríos, vio más de cien libros, recuerdos de viajes y un par de fotos viejas y manchadas.
Mestizo supo que desde ese día su vida había cambiado. No porque no supiera lo que tenía, sino porque supo lo que debía hacer para los demás.
Mestizo restauró la casa de su abuelo, con amor puro por esa bóveda, tan escondida y cuidada en esa calle, en ese barrio, en esta ciudad en la que el tiempo no pasa y el mestizaje crece.
Esa fabulosa ciudad es Antigua Guatemala.
Una ciudad donde hay mas buenas conversaciones que buenas borracheras. Más bien, parece una ciudad que se embriaga de fusiones, de creatividad y de mezclas.
Hay quien dirá que esta ciudad está vieja, pero la realidad es muy lejana a eso, porque Antigua huele a futuro, a muchas culturas, es decir, a vanguardia humana y a futuro de verdad.